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Nueva medida busca equidad y menos congestión los sábados

Bogotá da un paso firme hacia la movilidad inteligente, para facilitar desplazamientos

Por: Pablo Cabrejo

 

La Alcaldía de Bogotá anunció una medida que, aunque ha generado debate, busca equilibrar la carga tributaria, mejorar la movilidad y reducir la congestión que afecta a millones de ciudadanos cada fin de semana. A partir del primer semestre de 2026, los vehículos no matriculados en Bogotá tendrán pico y placa dos sábados al mes, una decisión que expertos en movilidad consideran necesaria para ordenar el uso de las vías y promover una mayor corresponsabilidad entre quienes transitan por la capital.

Según la administración distrital, cerca del 30 % de los vehículos que circulan a diario por la ciudad están matriculados en otros municipios. Esto significa que se benefician de la infraestructura bogotana sin aportar de manera proporcional a su sostenimiento. La nueva regulación busca corregir esta inequidad, incentivar el registro vehicular dentro de la ciudad y fortalecer el Fondo de Estabilización Tarifaria, clave para mantener estables las tarifas del transporte público.

 

…la restricción promete disminuir la congestión típica de los sábados, especialmente en corredores comerciales y de ocio que suelen colapsar

 

Voceros del Distrito señalaron que la medida no solo pretende mejorar la movilidad, sino también generar mayor justicia fiscal. “Esta es una decisión técnica y necesaria. Bogotá no puede seguir soportando sola la carga de miles de vehículos que diariamente usan sus calles sin contribuir al mantenimiento de la malla vial ni al sistema de transporte”, afirmaron.

Además de equilibrar responsabilidades, la restricción promete disminuir la congestión típica de los sábados, especialmente en corredores comerciales y de ocio que suelen colapsar. Para quienes sí tienen sus vehículos matriculados en Bogotá, la medida podría traducirse en una circulación más fluida, menores emisiones y desplazamientos más previsibles.

Expertos en urbanismo consideran que esta decisión está alineada con estrategias aplicadas en diversas capitales del mundo que buscan desincentivar el ingreso masivo de vehículos provenientes de municipios aledaños y, al mismo tiempo, fomentar alternativas sostenibles como el transporte público, la bicicleta y los viajes compartidos.

Mientras algunos sectores critican la medida por considerarla restrictiva, la administración la defiende como un paso responsable hacia una movilidad más justa, sostenible y ordenada. Asegura que beneficiará a la mayoría de los ciudadanos y contribuirá al financiamiento del sistema de transporte.

La implementación comenzará en 2026, lo que permitirá a los conductores prepararse, matricular sus vehículos en Bogotá o ajustar sus hábitos de movilidad. Para el Distrito, esta es una apuesta por una ciudad más equilibrada, moderna y consciente del impacto que cada vehículo tiene en su entorno.

La representante a la Cámara por Bogotá, Carolina Arbeláez, del partido Cambio Radical, expresó su respaldo a la medida, señalando que, aunque polémica, es necesaria para lograr equidad fiscal y una mejor gestión del tránsito. Explicó que no se trata solo de recaudar dinero, sino de hacer responsables a quienes circulan por las vías de Bogotá sin pagar los impuestos correspondientes. A su juicio, la regulación es coherente con la idea de que quienes generan afectaciones como congestión o desgaste de la infraestructura vial deben contribuir de manera proporcional a su mantenimiento.

 

 

 

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