PersonajesMujeres que transforman: liderazgo, empatía y servicio en la construcción del bien común

Mujeres que transforman: liderazgo, empatía y servicio en la construcción del bien común

Por: Andrés Zorrilla

 

En tiempos en los que el liderazgo exige sensibilidad y compromiso social, la Cámara de Representantes reconoce la labor de dos mujeres que, desde distintos escenarios, han encarnado la esencia del servicio público y la transformación comunitaria. La condecoración Orden de la Democracia Simón Bolívar, en el grado Cruz Oficial, otorgada a Claudia Bahamón Jaramillo y Carolina Deik Acostamadiedo, simboliza un país que valora la coherencia, la empatía y la acción transformadora. Más allá del homenaje, sus historias representan un llamado a repensar el liderazgo femenino no solo como representación, sino como un movimiento de cambio y reconstrucción social.

 

Claudia Bahamón: una voz ambiental que inspira conciencia y acción

Arquitecta, ambientalista y presentadora, Claudia Bahamón Jaramillo ha dedicado más de 15 años a liderar iniciativas que despiertan una nueva ética ambiental. Su trabajo ha trascendido la pantalla para convertirse en acciones concretas orientadas a promover hábitos sostenibles, conservar ecosistemas y educar desde la esperanza. Embajadora del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) desde 2012, fue la primera colombiana certificada como Líder en Realidad Climática por la organización de Al Gore. En 2020 fundó BeClá, una plataforma educativa que traduce la sostenibilidad a un lenguaje cotidiano, empático y accesible.

 

Desde su proyecto Conexión Océanos, ha articulado a más de 200 líderes con territorios costeros para comprender los desafíos ambientales desde la experiencia directa. Su liderazgo ha sido reconocido por la red 100 Latinos más comprometidos con la acción climática, lo que evidencia su influencia global y su contribución a la agenda climática.

 

 

 

“El planeta no necesita héroes, sino ciudadanos conscientes”, Claudia Bahamón.

 

En Colombia, el liderazgo ambiental femenino ha ganado protagonismo institucional y comunitario. La actual ministra de Ambiente, Susana Muhamad, es la primera mujer en dirigir esta cartera; lideresas como Julia Miranda y Brigitte Baptiste han dejado huella en entidades claves como Parques Nacionales y el Instituto Humboldt. A ello se suma la labor de miles de mujeres campesinas, afrodescendientes e indígenas que lideran procesos de conservación, restauración de humedales y resiliencia climática.

 

A pesar de estos avances, el país continúa siendo uno de los más peligrosos del mundo para quienes defienden el medio ambiente. En 2023, se registraron 79 asesinatos de líderes ambientales —el 40 % del total global—, y las mujeres enfrentan riesgos adicionales como violencia de género, acoso y discriminación. Aun así, el liderazgo ambiental femenino sigue fortaleciéndose gracias al conocimiento ancestral, la educación ambiental y la articulación con redes institucionales y comunitarias.

 

 

Carolina Deik: la gestión social como forma de liderazgo

Desde el corazón de la capital, Carolina Deik Acostamadiedo —abogada, académica y primera dama de Bogotá— ha consolidado una gestión social destacada, basada en la empatía, la innovación y el trabajo articulado. Su programa Misión Nutrición Bogotá ha beneficiado a más de 6.800 niños y 8.400 familias en situación de inseguridad alimentaria, mediante alianzas con entidades como la FAO, UNICEF y la Fundación Santa Fe.

 

Otro de sus programas emblemáticos, Tejidos Urbanos, demuestra que la transformación social comienza en los territorios. La recuperación de espacios públicos, la participación comunitaria y el fortalecimiento del sentido de pertenencia han sido pilares de esta iniciativa. Su liderazgo encarna una forma de gobernar desde lo social que es cercana, técnica y profundamente humana.

 

Este modelo de gestión se refleja en miles de mujeres colombianas que lideran procesos sociales en todo el país. Según el DANE, cerca del 46 % de los hogares en Colombia son encabezados por mujeres, y en programas sociales como Jóvenes en Acción, más del 57 % de las beneficiarias son mujeres. La mayoría de comedores comunitarios, redes de cuidado infantil y proyectos de economía solidaria están en manos de lideresas que, como Carolina Deik, entienden el servicio público como un acto de empatía y compromiso social.

 

 

“La ciudad se construye con los hilos invisibles de la empatía”, Carolina Deik.

 

No obstante, persisten barreras estructurales como la sobrecarga del cuidado no remunerado, la escasa representación política y la desigualdad económica, que limitan el acceso de las mujeres a posiciones de liderazgo. Aunque en 2023 se eligieron 146 alcaldesas y 6 gobernadoras, estas cifras aún representan menos del 20 % del total nacional. Iniciativas como las impulsadas por el Ministerio de Igualdad y Equidad, liderado por la vicepresidenta Francia Márquez, buscan transformar esta realidad mediante políticas de redistribución del cuidado, autonomía económica y paridad política.

 

 

 Dos trayectorias, un propósito común: transformar desde el ejemplo

Aunque sus caminos son distintos, ambas mujeres comparten una misma vocación: servir y transformar. Bahamón lo hace desde la sostenibilidad y la conciencia ambiental; Deik, desde la gestión social y el bienestar humano. En conjunto, representan un tipo de liderazgo que une sensibilidad y eficacia, y que convierte el servicio público en inspiración colectiva.

 

La Cámara de Representantes, al otorgarles la Orden de la Democracia Simón Bolívar, reivindica la esencia del artículo 43 de la Constitución, que consagra la igualdad real y efectiva entre mujeres y hombres. Al visibilizar estos liderazgos, la institución ratifica su compromiso con una democracia incluyente, plural y orientada al bienestar colectivo.

 

Esta distinción no solo reconoce a dos mujeres excepcionales, sino que invita a replantear el sentido de la política y del servicio público. Reconocer a Claudia Bahamón y a Carolina Deik es afirmar que la transformación social comienza cuando el liderazgo se ejerce con empatía, cuando las decisiones se inspiran en el cuidado y cuando el poder se entiende como una herramienta para generar bienestar.

 

En tiempos de cambio, Colombia necesita más liderazgos como los suyos: coherentes, comprometidos y profundamente humanos. Porque el verdadero poder es el que transforma vidas, protege el planeta y construye comunidades más justas.

 

 

La información, puntos de vista, ideas, percepciones y posición ideológica expresadas son responsabilidad única y exclusiva de sus autores

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